Historia:
Por
el año 1050, se funda la granja o villa de Villasabariego por Sabarico, que era
abad del monasterio de San Miguel de Escalada. Dos siglos antes, por el rey
Alfonso III el Grande se funda la ciudad de Sublancia, que, según decía el
medievalista ya malogrado D. Justiniano
Rodríguez, de fina pluma y docta sabia, se localizaba en la parte
sureste de la ciudad de Lancia. Hay discrepancia con otros historiadores que
entienden que
Según
Justiniano, en su trabajo
Parece bastante verosímil la existencia de una
Sublancia una vez que fue destruida la primitiva y romanizada ciudad de Lancia.
Los
monjes que vinieron de Córdoba por el año 909 y que fundaron el monasterio de
Escalada, según el catedrático Cesar Díez de las Heras, indicaron que hallaron
un monasterio que impresionaba por su antigüedad ruinosa y acaso esa
antiquísima fundación del primer convento de monjes coincidió con la
destrucción de Lancia por los suevos.
La restauración del monasterio se hizo gracias al
abad Alfonso en 909, aprovechando los materiales del antiguo templo de
procedencia romana y visigótica. Parece probable que los materiales que
subsistían en Lancia se transportasen a tres leguas de camino sin vadear el río
Esla, por la pesada carga. Se aprovechasen materiales y columnas romanas,
frissos, porque es de notar que las columnas de Escalada son romanas, todas
distintas, no construidas en aquel lugar en que no hay piedra ni mármol y que
tuvieron que ser llevadas allí de otras edificaciones.
La
destrucción de Lancia por los suevos fue total. No dejaron edificios y se
deduce que los lancienses no huyeron, ya que cuando se huye se lleva todo lo
que hay de valor consigo. Todo quedó, salvo lo expoliado, porque se van
hallando restos en los cenizales donde vertían la inmundicia los habitantes de
Lancia.
Esta destrucción ocurre por los años 554, cuando
fue martirizado el abad Vicente, del monasterio de San Claudio, por el rey
suevo Reciano y al tercer día se volvió a martirizar al prior San Ramiro y doce
monjes y los demás huyeron a Galicia y fundaron el monasterio de San Clodio en
Rivadavia, en recuerdo de San Claudio de León.
En el
reinado de Isabel II se planificaron unas excavaciones que no se llevaron a
cabo, el médico Elias Gago Rabanal en 1905 publicó un libreto sobro lo que él
había descubierto en Lancia.
En el año 1917 Agustín Blázquez recogió
muchos materiales, comisionado por
En el año 1957, se descubrieron las thermae romanas, el hipocastum, el canal y el arco de una conducción de plomo.
En el año 1958, se descubren más trozos de canal y
planta de viviendas.
En los años 1959 y 1960 se descubren muros,
fragmentos escultóricos y monedas de Claudio, Constantino y Dalmacio, del 268
al 337, y se determinó la estratificación a que se hallaban construidos muros y
plantas
Declarada
actualmente como zona de interés histórico, fue vallada por
Habría que añadir a este impulso
potenciador, que por parte del Instituto Leonés de Cultura se vuelque en su
divulgación del pasado de la ciudad de Lancia y que todas la gentes puedan
conocer la historia de un asentamiento tan cercano a Villafañe como su propia
historia.